Para muchos cada etapa de la vida de una persona tiene una particular banda sonora. Atendiendo a esto, sin duda la banda sonora de la Navidad son los villancicos.
Los villancicos son cantos eminentemente religiosos que se entonan en Navidad para celebrar el nacimiento del niño Jesús, así como para mantener vivas en la memoria popular otros relatos de la tradición cristiana.
Símbolo de tradición
Esta costumbre tiene su origen en la Edad Media, y ha ido evolucionando a la par que la sociedad occidental.
Hace algunos años lo más común en estas fechas era que multitud de grupos de amigos saliesen a las calles, de casa en casa, acompañados de varios instrumentos, cantando villancicos y canciones navideñas.
A cambio de su tributo al espíritu navideño eran premiados con dulces, comida o alguna bebida. Sin embargo en la actualidad este paisaje sólo se puede encontrar en algunos barrios de las grandes ciudades o en los pueblos.
Rasgo cultural
Los villancicos son propios de las sociedades cristianas. En todas las culturas existentes se encuentra el rasgo común de llevar a cabo rituales en forma de música.
A la música y los cánticos se les atribuye la capacidad de poner en contacto al hombre con sus antepasados o sus dioses. Al final, los villancicos no son más que un ritual musical que busca mantener viva en la mentalidad colectiva una vía de unión a su identidad religiosa.
Esto es algo que no ha pasado desapercibido a las grandes discográficas. En cuanto empieza noviembre se abre la veda. Multitud de anuncios televisivos publicitan discos y más discos de villancicos.
Las grandes estrellas del panorama musical mundial eligen en esta época reconciliarse con el espíritu de las Navidades.
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