La longevidad no sólo es una cuestión de genética sino que, como aquí veremos, hay toda una serie de factores dietéticos, emocionales y sociales
¿Qué países tienen una mayor longevidad?
En la actualidad, es en los países asiáticos donde viven más personas longevas. En la ciudad China de Laizhou, la media de edad de las personas longevas es de 117,6 años y algo parecido ocurre en Ogimi, en el archipiélago japonés de Okinawa donde la longevidad es algo habitual.
¿Qué cosas tienen en común estos países?
En las sociedades orientales, pobres y ricos tienen asistencia terapéutica y médica. Ante una enfermedad suele utilizarse la Medicina Tradicional China basada en acupuntura y hierbas medicinales, cuya finalidad es equilibrar todo el organismo.
Debemos recordar que en China el objetivo de los médicos es mantener sanos a sus pacientes y que estos tomen las riendas de su salud. Así el médico que menos pacientes tiene será el más exitoso.
Aspectos claves para la longevidad
Entre los orientales existen muy pocos obesos debido a su adecuada alimentación. Toman pocas grasas, muchas verduras, pescado, algas, cereales y en lugar de postre toman infusiones. Un dato importante es que comen despacio y con moderación, sin atiborrarse. Esto sin duda es una de las claves de la longevidad.
En estas ciudades costeras, muchas de las personas más longevas viven en contacto con la naturaleza, cultivan sus propias verduras y frutas; hacen ejercicio diariamente, aparte de desplazarse en bicicleta; también meditan habitualmente, lo que les ayuda a relajarse, a fomentar el optimismo y el sentido del humor.
En la sociedad oriental se mantienen estrechos lazos entre la familia y la comunidad, cuidándose unos a otros tanto en el aspecto emocional como en el financiero y social. Los viejos no solo no se jubilan sino que participan vivamente en las actividades cotidianas.
Vivir muchos años o calidad de vida
Vivir más años, si, siempre que haya calidad de salud. A la mayoría nos gusta añadir años a la vida, siempre que tengamos una vida saludable en esos años ganados.
Cada vez más podemos apreciar personas mayores con buena capacidad mental, fuerza física y productividad comunitaria, hecho beneficioso para la sociedad, pues estas personas pueden contribuir económica y socialmente en las necesidades de la familia y la comunidad.
Todos intervenimos en el ritmo y modo de envejecer de la población. Si los jóvenes y adultos optimizan su proceso de bienestar y el de sus hijos tanto social como físico y mental, dejando de lado los prejuicios que reprimen la capacidad de desarrollo de los ancianos, podremos vivir durante más tiempo de forma activa y autónoma en nuestra vejez.
¿Qué hacer para vivir menos años?
· Dejar las riendas de tu salud en manos de otros.
· No acudir a los profesionales de la salud cuando se presenta un malestar.
· Respirar corto y poco.
· Tener una actitud pesimista ante la vida, con continuas quejas y pensamientos negativos.
· Dejarte llevar por tus miedos, en lugar de ser consciente.
· Vivir en dependencia sin necesitarla.
· Prejubilarse y mantenerse inactivo profesionalmente.
· Pensar y actuar como si tu vida intelectual ha terminado.
· Vivir con continuas tensiones emocionales, angustias y estrés.
· Vivir en un ambiente rodeado de radiaciones.
· Tener una vida sedentaria.
· Tener malos hábitos de comida.
· Consumir tabaco, bebidas alcohólicas y drogas.
Conclusiones sobre la longevidad
Dando por hecho que se dispone de una asistencia sanitaria primaria y dependiendo de la influencia hereditaria o genética, encontraremos una mayor esperanza de vida o longevidad entre aquellas personas que tienen hábitos de vida saludables.
Esto sería: una buena actividad física e intelectual, una actitud independiente, una dieta variada y equilibrada, una conducta sana y positiva ante la vida, así como un equilibrio familiar y social.
¿Qué países tienen una mayor longevidad?
En la actualidad, es en los países asiáticos donde viven más personas longevas. En la ciudad China de Laizhou, la media de edad de las personas longevas es de 117,6 años y algo parecido ocurre en Ogimi, en el archipiélago japonés de Okinawa donde la longevidad es algo habitual.
¿Qué cosas tienen en común estos países?
En las sociedades orientales, pobres y ricos tienen asistencia terapéutica y médica. Ante una enfermedad suele utilizarse la Medicina Tradicional China basada en acupuntura y hierbas medicinales, cuya finalidad es equilibrar todo el organismo.
Debemos recordar que en China el objetivo de los médicos es mantener sanos a sus pacientes y que estos tomen las riendas de su salud. Así el médico que menos pacientes tiene será el más exitoso.
Aspectos claves para la longevidad
Entre los orientales existen muy pocos obesos debido a su adecuada alimentación. Toman pocas grasas, muchas verduras, pescado, algas, cereales y en lugar de postre toman infusiones. Un dato importante es que comen despacio y con moderación, sin atiborrarse. Esto sin duda es una de las claves de la longevidad.
En estas ciudades costeras, muchas de las personas más longevas viven en contacto con la naturaleza, cultivan sus propias verduras y frutas; hacen ejercicio diariamente, aparte de desplazarse en bicicleta; también meditan habitualmente, lo que les ayuda a relajarse, a fomentar el optimismo y el sentido del humor.
Los ancianos orientales gozan de un gran respeto social, siendo reconocidos por su venerabilidad, sabiduría y poder personal, hecho que favorece su independencia y libertad.
En la sociedad oriental se mantienen estrechos lazos entre la familia y la comunidad, cuidándose unos a otros tanto en el aspecto emocional como en el financiero y social. Los viejos no solo no se jubilan sino que participan vivamente en las actividades cotidianas.
Vivir muchos años o calidad de vida
Vivir más años, si, siempre que haya calidad de salud. A la mayoría nos gusta añadir años a la vida, siempre que tengamos una vida saludable en esos años ganados.
Cada vez más podemos apreciar personas mayores con buena capacidad mental, fuerza física y productividad comunitaria, hecho beneficioso para la sociedad, pues estas personas pueden contribuir económica y socialmente en las necesidades de la familia y la comunidad.
Todos intervenimos en el ritmo y modo de envejecer de la población. Si los jóvenes y adultos optimizan su proceso de bienestar y el de sus hijos tanto social como físico y mental, dejando de lado los prejuicios que reprimen la capacidad de desarrollo de los ancianos, podremos vivir durante más tiempo de forma activa y autónoma en nuestra vejez.
¿Qué hacer para vivir menos años?
· Dejar las riendas de tu salud en manos de otros.
· No acudir a los profesionales de la salud cuando se presenta un malestar.
· Respirar corto y poco.
· Tener una actitud pesimista ante la vida, con continuas quejas y pensamientos negativos.
· Dejarte llevar por tus miedos, en lugar de ser consciente.
· Vivir en dependencia sin necesitarla.
· Prejubilarse y mantenerse inactivo profesionalmente.
· Pensar y actuar como si tu vida intelectual ha terminado.
· Vivir con continuas tensiones emocionales, angustias y estrés.
· Vivir en un ambiente rodeado de radiaciones.
· Tener una vida sedentaria.
· Tener malos hábitos de comida.
· Consumir tabaco, bebidas alcohólicas y drogas.
Conclusiones sobre la longevidad
Dando por hecho que se dispone de una asistencia sanitaria primaria y dependiendo de la influencia hereditaria o genética, encontraremos una mayor esperanza de vida o longevidad entre aquellas personas que tienen hábitos de vida saludables.
Esto sería: una buena actividad física e intelectual, una actitud independiente, una dieta variada y equilibrada, una conducta sana y positiva ante la vida, así como un equilibrio familiar y social.
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