Los nervios de los escolares
Hay diversas circunstancias en la vida escolar de nuestros hijos, como la relación de competitividad con los demás compañeros o el tener que estar continuamente demostrando su valía y sus conocimientos que les provocan una situación de nerviosismo y estrés .
El momento más crítico en este sentido es cuando llegan los exámenes, porque en un periodo muy corto de tiempo, tienen que justificar el esfuerzo y el trabajo de meses. En estos casos, un nerviosismo excesivo les puede jugar una mala pasada.
Causas que originan nerviosismo en el colegio:
Existen varias causas que provocan la existencia continua de un estado de estrés y nerviosismo de un niño en el colegio:
- Con frecuencia, la causa de su nerviosismo se debe a problemas o conflictos con sus propios compañeros o incluso con su profesor.
Esto puede provocarle un serio rechazo hacia el colegio.
Es importante hablar con él y averiguar qué problemas tiene en el colegio, puede que el pequeño tenga motivo para ponerse nervioso o para no desear ir al colegio, si fuese necesario los padres tendrán que intervenir. En caso de que no haya un motivo aparente, habrá que hablar con el y ayudarle a solucionar sus miedos y su estado de nerviosismo.
- Otras veces, los nervios son la consecuencia de no estar entendiendo lo que el profesor explica en clase o de ir retraso con respecto al resto de sus compañeros. No saber hacer divisiones cuando a los demás compañeros les salen con facilidad.
- Un bajo nivel de autoestima, un historial de fracasos como estudiante o también una personalidad excesivamente perfeccionista, produce un excesivo nerviosismo en los escolares.
- Ante situaciones nuevas los niños se sienten nerviosos e inquietos. Por ello, los primeros días de colegios tras las vacaciones el niño necesita especial ayuda y paciencia de un adulto para tratar de controlar sus nervios.
- Un exceso de competitividad en el contexto educativo. Lo que provoca que los escolares vean a sus compañeros como rivales e impide que haya en la clase un ambiente relajado y positivo.
- Unos padres excesivamente rígidos o que exijan a su hijo un rendimiento por encima de sus posibilidades hacen que el escolar viva en una continua situación de estrés.
Qué podemos hacer:
Ayudar al niño a identificar qué le causa ese nervioso y en qué situaciones se encuentra más relajado o tranquilo. Cuando se haya logrado identificar tendremos que ayudarle a definir sus sentimientos ante esa situación que le produce tanto nerviosismo y averiguar por qué ocurre.
- Apartarlo de las cosas y situaciones que le provocan nerviosismo y tratar de que llegue al colegio lo más relajado posible. A veces, el estrés que experimentan los niños son consecuencia de problemas en el hogar. Problemas familiares, gritos, malas formas, etc.
- Enseñar al niño a reaccionar de forma diferente ante las situaciones que le producen estrés, mostrándole pautas de comportamiento y técnicas sencillas de relajación como puede ser respirar profunda y lentamente en los momentos que empieza a ponerse excesivamente nervioso. Esto es muy positivo sobre todo momentos antes de un examen o cuando el profesor está preguntando en clase.
- Transmitirle confianza y seguridad y mostrarle que confiamos en que será capaz de controlar sus nervios.
Los nervios ante un examen:
Los exámenes provocan gran nerviosismo y estrés en los escolares, ya que en poco tiempo han de poner a prueba su trabajo y esfuerzo. Un nerviosismo excesivo puede provocar una merma en el rendimiento del estudiante. Los momentos previos al examen es cuando el niño se encuentra más nervioso. Sin embargo, si lleva bien preparado el examen no tiene nada que temer.
Por otro lado, si el estudio se realiza durante un periodo más largo de tiempo y las horas anteriores al examen se pueden vivir de una manera más relajada, se tendrá un mejor predisposición para afrontar el examen.
No obstante, es inevitable que en los momentos previos surjan nervios y una cierta ansiedad o estrés. Ahora bien, si el estudiante desarrolla un estado de nerviosismo muy exagerado puede afectarle negativamente en los resultados del examen.
Existe un nerviosismo normal ante cualquier situación importante de la vida, este sentimiento no es negativo ya que denota una cierta responsabilidad y además tener cierta tensión es beneficioso para afrontar una prueba, un exceso de relajación nos puede jugar malas pasadas.
El problema aparece cuando es excesivo y el estudiante es incapaz de centrarse en el estudio o mantiene una actitud negativa ante el examen. En este caso se produce una merma en el rendimiento.
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