El glaciar de la isla de Pinos, en la región occidental de la Antártida, se está derritiendo a un ritmo cuatro veces mayor que hace 10 años, según un estudio de científicos británicos publicado en la revista "Geophysical Research Letters".
Según la investigación realizada a partir del análisis de imágenes de satélite, la superficie de hielo del glaciar se está reduciendo a un ritmo de 16 metros por año, frente a los cuatro metros que perdía de acuerdo con los estudios realizados en 1999.
Este proceso ha provocado que, desde 1994, el glaciar haya perdido hasta 90 metros de su grosor, lo que puede tener un impacto significativo en el incremento del nivel de las aguas del océano. El glaciar de la isla de Pinos es el mayor de los que se extienden hasta el mar en la Antártida, y su estado puede ser un indicio de cambios en curso en la capa de hielo interior.
Hace 15 años ya se constató la rapidez con la que se derretía y se calculó que a ese ritmo el glaciar desaparecería en 600 años, pero, de acuerdo con las conclusiones del estudio realizado por el University College de Londres, al de la isla de Pinos le quedan 100 años.
El trabajo dirigido por el profesor Duncan Wingham subraya también que la pérdida de hielo es especialmente rápida en el centro del glaciar, lo que puede acelerar su proceso de ruptura y empezar a afectar a la cubierta de hielo en el interior del continente.
EL profesor Andrew Sheperd de la Universidad de Leeds, que colaboró en el estudio, señaló que el agua procedente del hielo derretido del centro del glaciar contribuirá a un ascenso del nivel del agua del mar de 3 centímetros y manifestó que existe un riesgo latente de desmoronamiento generalizado del glaciar.
"Cuando se desestabilice o retire la parte central del glaciar no sabemos realmente qué es lo que va a pasar con el hielo que hay detrás", advirtió el científico en declaraciones a la BBC. Sheperd dijo que lo que ocurre en esa zona de la Antártida "no tiene precedentes" y señaló que "aunque sabíamos desde hacía tiempo que había un desequilibrio", ahora se puede asegurar sin temor a equivocarse que "nada conocido en la naturaleza se está perdiendo a un ritmo exponencialmente tan acelerado como este glaciar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario