Cómo afecta el verano a las relaciones de pareja

Las vacaciones de verano son un momento ideal para poder disfrutar de nuestra pareja, ya que tenemos el tiempo que en otras épocas del año nos falta.


Pero esto mismo, que es algo positivo en un principio, se puede convertir en un inconveniente cuando en la relación hay problemas de fondo, problemas que están latentes y que en esta época salen a la luz.

1. Relaciones de pareja en verano 

En verano disponemos de más tiempo para compartir con nuestra pareja, algunas empresas reducen las jornadas laborales o cambian la jornada partida por jornada intensiva.

También es en esta época, cuando la mayoría de la gente coge las vacaciones por lo que poseen una mayor disponibilidad. Precisamente esa disponibilidad de tiempo que no poseemos el resto del año, puede afectar positiva o negativamente a la relación de pareja.

En esta época podemos disfrutar de más tiempo para el ocio, el descanso y tiempo para compartir con nuestra familia y amigos, lo que influye de manera directa en nuestra relación de pareja.

Cuando una pareja tiene una buena comunicación y un buen entendimiento, esta época supone un disfrute para ambos. En cambio, cuando las parejas apenas se relacionan o van arrastrando problemas que no terminan de solucionar, las vacaciones de verano pueden perjudicar la relación, incluso puede llegar a destruirla.

Esta influencia de las vacaciones en las parejas se debe a que durante el resto del año muchas personas establecen un estilo de vida muy centrado en los hijos y en el trabajo y apenas disponen de tiempo para estar con su pareja o cuando disponen de ese tiempo, están tan cansados que sólo piensan en descansar para la batalla del día siguiente.

En definitiva, podemos decir que las vacaciones influyen en la relación de pareja, sobre todo cuando influyen negativamente, porque a lo largo del año se descuida la relación, no dedican tiempo para conversar ni para atender las necesidades del otro, no realizan actividades juntos y la vida en común poco a poco va desapareciendo.

2. Aspectos positivos del verano


Para que las vacaciones tengan un buen desarrollo debemos comenzarlas haciendo la planificación de las mismas junto con nuestra pareja. Decidir juntos el lugar de veraneo, el gasto que aproximadamente vamos a tener, la distribución de las tareas del hogar, las actividades que los hijos van a realizar...

En la época estival se dispone de más tiempo para disfrutar de nuestra pareja y tratar aquellos temas que necesitemos solucionar, no dejemos pasar las vacaciones sin hacerlo.

Nuestros deseos debemos adaptarlos también a los suyos y llegar a acuerdos que nos permitan disfrutar de las vacaciones y de nuestra pareja. Es importante poner de nuestra parte para mejorar la relación y para disfrutar de la compañía de nuestra pareja y de lo que nos ofrece el verano.

3. Influencia negativa del verano

Cuando no existe una buena relación o ésta no está consolidada, la época estival puede hacer peligrar la relación de pareja. Esto sucede por diversos motivos, entre los que destacamos los siguientes:

- No son conscientes de sus problemas porque no los afrontan, con el paso de los días esperan que los problemas se solucionen solos, cosa que nunca sucede y es precisamente cuando están juntos, lejos de la rutina, cuando afloran los problemas o conflictos no resueltos.

- La falta de costumbre de estar juntos, de escuchar al otro, de ceder a sus apetencias y la costumbre de disponer de más espacio para sí mismo, puede agobiar en las vacaciones y necesitar pasar unos momentos al día solos, sin la pareja, este deseo puede no ser entendido por el otro y ser el origen de pequeños conflictos.

- El exceso de horas que las parejas pasan juntas puede perjudicar ciertas relaciones. Muchas personas piensan que en estas vacaciones deben pasar todo el tiempo con la otra persona, no permitiendo que cada uno haga lo que desee y que pueda, de esta forma, también disfrutar por sí solo de las vacaciones.

- El trabajo, la casa, los niños, los problemas económicos, los quehaceres diarios... hacen que estemos inmersos en la vorágine de la vida cotidiana, corriendo de un lado para otro, sin atender las necesidades de nuestra pareja y de nuestra relación. Convivir más tiempo de lo acostumbrado pone de manifiesto diferencias que el resto del año pasan desapercibidas.

- Creer que todo se soluciona cuando regresen de las vacaciones suele ser un error frecuente. Porque a veces la vuelta a la rutina no sólo no soluciona los problemas, sino que en ocasiones precipita la ruptura